Por Vanesa Vallet
El embarazo es una de las etapas más emocionante y maravillosa en la vida de la mujer, creando vida en su interior. Momento en el que la futura mamá debe cuidarse adecuadamente para su bienestar y el del bebé.
Sabemos que durante el embarazo la postura de la mujer cambia radicalmente en respuesta al constante desarrollo del bebé y estos cambios pueden ocasionar molestias en la espalda. Por eso, sería de gran ayuda poder realizar ejercicios adecuados a las necesidades de la futura mamá.
El Método Pilates sería una actividad muy recomendable en esta etapa, ya que en sus ejercicios se presta especial atención a la postura, fuerza muscular y coordinación.
En una mujer gestante hay varios factores a tener en cuenta antes de realizar cualquier tipo de ejercicio físico, incluido el pilates:
En primer lugar, debemos saber que el embarazo se está desarrollando con normalidad, y que no hay ningún impedimento por parte del ginecólogo/a obstetra que esté llevando el seguimiento del embarazo
También es importante saber si la mamá antes de quedarse embarazada estaba practicando Pilates, lo había practicado o era el primer contacto con esta actividad.
Si la mamá ya estaba practicando Pilates cuando quedó encinta, lo normal es que pueda seguir practicando Pilates con ciertas pautas.
Si no estaba practicándolo, deberíamos esperar hasta la semana 13 de gestación, para evitar realizar compresiones abdominales con flexión de tronco.
En el tercer mes de embarazo también se deben evitar los ejercicios en decúbito prono, ya que es cuando el bebé comienza a “salir” de la cavidad pélvica.
Aun así lo ideal sería que la mamá tuviese una valoración por parte de un/a fisioterapeuta especializado/a en suelo pélvico para enseñarle a realizar la conexión abdominal desde el suelo pélvico, valorar su actividad muscular perineal y activación correcta de la pared abdominal, ya que es de suma importancia tener una buena respuesta de estas estructuras.
En casos de tratamiento FIV (Fecundación In Vitro) es muy importante tener la autorización del médico, antes de iniciar cualquier actividad física deportiva.
A partir de ahí, realizando los ejercicios adaptados del método pilates guiados por una persona especializada, podrá ayudar a la mamá a ser consciente de los cambios que se producen físicamente en ella día a día. Entre otros muchos beneficios, aprenderá a sentarse y a moverse correctamente, lo cual evitará dolores de espalda.
Hay que tener en cuenta que el entrenamiento en la etapa de gestación el método pilates es un entrenamiento con una intensidad decreciente ya que la mami se ejercita de más intensidad a menos por las condiciones obvias del crecimiento abdominal, aumento de peso y cambios posturales.
Así que durante el embarazo MUÉVETE ESCUCHANDO A TU CUERPO.
Para cualquier duda, puedes consultar a Vanesa – fisioterapeuta de suelo pélvico, en la web de su clínica.