Por Vanesa Vallet
Hoy hablaremos de un tema muy común, pero también muy tabú en la sociedad de hoy en día: la incontinencia urinaria después de una cirugía de próstata.
Porque, no solo las mujeres requieren un cuidado del suelo pélvico, o tienen patologías relacionadas con esta parte de nuestro cuerpo. Los hombres también pueden recurrir a tratamientos relacionados con el bienestar del suelo pélvico, y cada vez son más los que lo hacen.
Antes de todo, definamos qué es la próstata. La próstata es una glándula, del tamaño de una nuez, ubicada justo debajo de vejiga masculina y es la encargada de producir gran parte de sustancias que componen el líquido seminal.
Con los años, la próstata puede degenerar y aumentar su tamaño. Cuando esto ocurre, puede deberse a una hiperplasia benigna de próstata, un cáncer o una prostatitis, y en muchas ocasiones se acaba derivando a una intervención para reducir su tamaño.
Una de las principales causas de la incontinencia urinaria en la población masculina es precisamente esta: la cirugía de próstata. Es una consecuencia muy común en muchos hombres que se someten a esta intervención.
Después de una cirugía de próstata se producen cambios en la vejiga, y estos pueden crear un sobreflujo, una obstrucción o una distensión que provoca que esta se desborde. En consecuencia, se producen pérdidas involuntarias de orina, que afectan negativamente en la calidad de vida y repercute en esferas sociales y psicológicas.
Es la pérdida involuntaria de orina que se asocia a un esfuerzo físico provocando un aumento de la presión intraabdominal como puede ser un estornudo, una carcajada, un ejercicio…
Se produce cuando la presión interna de la vejiga es mayor a la presión uretral, lo que produce un fallo de los mecanismos de resistencia de la uretra.
Hace referencia a la pérdida involuntaria de orina acompañada o inmediatamente precedida de urgencia o aparición súbita de un deseo fuerte de orinar, difícil de aplazar. Esta sensación de urgencia es consecuencia de una contracción involuntaria del detrusor vesical, la musculatura que envuelve la vejiga.
Como su propio nombre indica, es la percepción de pérdida involuntaria de orina que está asociada tanto a la urgencia como al esfuerzo.
Por suerte, la incontinencia urinaria tras la cirugía de próstata puede mejorar en gran medida, incluso desaparecer, gracias al entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico.
Los resultados se pueden notar en diferentes aspectos: desde la reducción del uso de compresas o protecciones durante el día, hasta una mayor capacidad de erección, ya que las cirugías de próstata también afectan habitualmente a la erección masculina.
Para más información consulta la web de la Clínica de Suelo Pélvico Vanesa Vallet